El niño interior
Dialogos entre Raúl Ortega y otros»Todos llevamos un niño eterno en nuestro interior».
Su mensaje es ‘todos llevamos a un niño eterno en nuestro interior’, un ser hecho de inocencia y asombro. Este niño simbólico también nos conduce, y lleva consigo el registro de nuestras experiencias formativas, de nuestros placeres y de nuestros dolores.
El niño interior se manifiesta en las fantasías, los sueños, el arte, y los mitos procedentes de todo el mundo, donde representa la renovación, la divinidad, el entusiasmo vital, la capacidad de asombro, la esperanza, el futuro, la curiosidad, el valor, la espontaneidad y la inmortalidad