Guía para un buen sueño
“Alzarlo, cantarle, acunarlo, hasta la eternidad”
Llevarlo a pasear en auto por calles oscuras. Dejarlo llorar y entrar de a ratitos a mirarlo. Hacerle un lugar permanente en la cama de los padres…
Todos los padres de bebés conocen estas opciones y se inclinan por una o por otra o por todas juntas según la noche y/o el grado de desesperación. Ya lo dijo alguien una vez, el que acunó esta frase: ”dormir como un bebé” nunca había visto dormir a un bebé en su vida. El sueño de los bebés es por definición interrumpido, en un principio por la necesidad de alimentarse cada pocas horas.
Pero desde el momento en que las mamadas nocturnas ya no son estrictamente necesarias (alrededor del quinto mes) los padres, más estrictamente las madres, empiezan a dar los primeros pasos para restituir algún grado de normalidad nocturna. Es aquí donde entran en juego las distintas teorías…